En caso de que necesites entrar a un lugar sin usar llaves, seguramente querrás saber cómo abrir una cerradura. En el presente artículo te enseñaremos todos los métodos con los que puedes contar para ello.
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¿Cómo abrir una cerradura?
Algo que siempre nos puede ocurrir es que tengamos problemas para abrir una cerradura. Este inconveniente es urgente resolverlo, especialmente si se trata de entrar o salir de nuestros hogares, de un cuarto o del baño.
Sin embargo, no solo es necesario resolver rápidamente el problema, sino que también hace falta actuar con cuidado y seguridad. De lo contrario, el inconveniente podría terminar en un asunto más grave.
En este sentido, es importante comentar que, aunque los cerrajeros son los verdaderos profesionales en resolver problemas con cerraduras, también existen varios métodos que tú puedes realizar para solucionar el inconveniente.
En primer lugar, toma en cuenta que, en el momento en que una cerradura comienza a presentar fallas, tienes que arreglarla lo más rápido que puedas. De otro modo, el dispositivo ya no servirá en algún momento y el inconveniente será más difícil de solucionar.
Por ello, te mostramos a continuación los diferentes métodos que te ayudarán a saber cómo abrir cerraduras sin inconvenientes.
Usar dos pasadores para el cabello
Un método muy eficiente por el cual podrás saber cómo abrir una cerradura sin llave, consiste en utilizar dos pasadores de cabello, de los cuales uno servirá como palanca.
Sin embargo, es necesario que primero se estire el otro pasador para cabello, con el fin de que se vuelva una pieza de metal plana y prolongada. Esto lo harás doblándolo hacia atrás.
Toma en cuenta que esa pieza va a ser un alambre o ganzúa que introducirás en la cerradura y con la que moverás los enganches que se encuentran dentro de esta última.
Por otro lado, recuerda remover los nudos de gomas de los extremos del pasador para cabello con el fin de que no interfieran. Esto lo puedes hacer recurriendo a unos alicates o tus propios dientes.
Una vez hayas logrado convertir el pasador en una pieza de metal larga y plana, tienes que transformar el otro en una palanca.
Convierte el pasador en una palanca
Para convertir el pasador de cabello en una palanca, debes utilizar la cerradura con el fin de doblar uno de sus extremos y convertirlo en un gancho.
Ello lo harás colocando el instrumento en el interior de la cerradura por solo un centímetro y procurando que su parte plana se encuentre hacia arriba.
Después tienes que mover el resto de la pieza metálica con el objeto de que se doble un poco el extremo de un centímetro que ya habías colocado. Será suficiente el retorcerlo por unos milímetros solamente.
Sin embargo, para conseguir que la pieza esté recta tras girarla dentro de la cerradura, tendrás que hacerlo por unos 5 o 7,5 centímetros hacia la izquierda.
Luego de esto, dobla también el otro extremo del alambre, para que de este modo puedas usarlo como mango y sostenerlo con mayor facilidad. Ello lo harás tomando la punta y doblando su mitad sobre ella misma, quedando levemente curvado.
Finalmente, dobla la pieza metálica para que forme un ángulo recto. Recuerda que puedes lograr esto con mayor facilidad si recurres a unos alicates. También es factible usar los dedos siendo constante. De este modo conseguirás una palanca para abrir la cerradura.
Comprende cómo funciona el interior de la cerradura
En general, las cerraduras cuentan con dos piezas fundamentales: el pomo y las agujas. El primero es el espacio en el que se insertará la llave. En cambio, el segundo son pequeños cilindros de metal que se colocan en el interior del pomo y que se conservan en su lugar hasta que un objeto los mueve hacia arriba para que no impidan el paso.
Las agujas se encuentran seccionadas por el medio para que, en el momento en que la marca se enfile respecto al pomo, se pueda mover la cerradura.
Tomando lo anterior en cuenta, debes saber que, lo que debes hacer para abrir la cerradura consistirá en mover hacia arriba todas las agujas a su lugar correspondiente. Esto lo harás girando paulatinamente el pomo, con el fin de evitar que regrese a su espacio.
Cuando ya hayas movido cada una de las agujas a su lugar correspondiente, el pomo girará con libertad y entonces serás capaz de abrir la puerta.
Mueve la cerradura con la palanca
Teniendo lista tu palanca, introduce su extremo curvado en la zona inferior del mecanismo. Esto lo harás manteniendo la pieza lo más bajo que puedas a la vez que más profundo estés en el interior del pomo.
Entonces tendrás que utilizar la palanca como una especie de llave para poder mover la cerradura, del mismo modo que lo has hecho girar anteriormente.
Recuerda también sostener la cerradura a lo largo de todo el procedimiento, pero procurando no ejercer demasiada fuerza. En este sentido bastará con que des la presión necesaria para mover el mecanismo. Sin embargo, debes evitar forzarlo de cualquier manera.
También tienes que recordar que lo que requieres en este punto es que las agujas de la cerradura, ubicadas en el pomo, se aflojen tanto que podrás desplazarlas hacia arriba y abajo.
Si no te sientes seguro sobre cuál es el sentido en que debes hacer rotar la cerradura, puedes intentar tanto con la izquierda como la derecha. Cuando la muevas hacia el lado que no debe ser, el mecanismo producirá un sonido similar a un clic, además de que percibirás que rechina levemente.
Conoce la cantidad de agujas con la ganzúa
Tras lo anterior, probablemente te preguntes de qué manera usarás, en este procedimiento, el alambre que hiciste y cómo abrir una cerradura con ganzúa.
Para ello, inserta tu ganzúa por su parte curvada hacia arriba y luego cuenta la cantidad de agujas del cerradero desplazándola verticalmente de un lado a otro. Mueve algunas de estas pequeñas piezas de manera ascendente, notando la forma en que se devuelven a donde estaban.
Toma en cuenta que las agujas se encuentran en la mitad superior del orificio de la cerradura, por lo que tendrás que colocar la ganzúa allí. También deberás moverla hacia arriba y abajo con el fin de llegar a todas las pequeñas piezas. En caso de que algunas de ellas no se desplacen, no te preocupes, pues no representa ningún inconveniente.
También cabe agregar que el extremo doblado tendrá que mirar hacia arriba, puesto que con él vas a empujar ciertas agujas en particular. Además, si ella no hacen ningún movimiento a pesar de tus esfuerzos, probablemente uses mucha fuerza en la palanca, por lo que debes reducirla.
En todo caso, si procedes de esa forma lograrás conocer la cantidad de agujas que tiene la cerradura. De este modo, también sabrás cuáles son las que se desplazan fácilmente y las que no.
Empuja la primera aguja difícil de mover
Si quieres saber cómo sacar un cilindro de una cerradura sin llave para que este no estorbe el camino, debes tomar en cuenta que, a medida que estés contando las agujas, vas a hallar una en particular que mostrará resistencia para moverse.
Cuando eso pase, debes usar la palanca y ejercer fuerza constantemente sobre ella. Luego empuja sutilmente la pequeña pieza hasta que oigas el sonido de un clic.
Una vez escuches ese sonido, sabrás que has logrado coincidir el hoyo de la aguja del medio con el pomo, y que entonces no estorbará en el camino del cierre.
Repite el proceso
Cuando ya tengas una de las agujas sin estorbar, probablemente se traben las otras que antes estaban libres. Debes saber que este fenómeno no tiene nada de malo, pues te señala la próxima pieza que debes mover ahora.
Por ello, repite el proceso de empujar las agujas hasta que la palanca pueda girar totalmente y así la puerta pueda abrirse:
- Halla la aguja que presenta resistencia a moverse.
- Ejerce sobre la aguja una fuerza constante a través de tu palanca entre tanto giras la cerradura como si pudieras abrirla.
- Empuja sutilmente la aguja hasta que escuches un clic.
- Procede del mismo modo con la próxima aguja.
Ajusta tu fuerza si la situación lo exige
Para entender cómo forzar una cerradura, debes saber que aplicar la fuerza apropiada sobre la palanca es un problema que normalmente se presente en aquellos no cuentan todavía con mucha experiencia en cerrajería. Si te excediste en la presión ejercida, probablemente las agujas se traben tanto que no puedan desplazarse.
Además, si no usaste la fuerza necesaria o la reduces mientras tratas de abrir una cerradura, es probable que regresen al sitio donde estaban, por lo que tendrías que comenzar desde el principio.
Para evitar tales inconvenientes, es recomendable que, al ejercer fuerza, comiences sin mucha intensidad y que la reduzcas cuidadosamente hasta que las agujas se desplacen. De este modo descubrirás la presión apropiada que debes hacer.
Usar un destornillador
Si el anterior método de los pasadores para cabello no lo pudiste lograr, puedes tratar de recurrir a otro procedimiento para forzar una cerradura, en el que usas un destornillador como herramienta.
Para tal procedimiento, el destornillador tiene que ser largo y de poco grosor, el cual vas a insertar en la cerradura y agitarlo de un lado a otro. Los movimientos que realices tienen que ser suaves, pero además es necesario que vayas empujando sutilmente. De este modo podrás abrir la puerta rápidamente.
Cambiar la cerradura
En caso de que los métodos anteriores no hayan funcionado o el problema parece ser muy difícil de resolver, probablemente sea recomendable quitar la cerradura y verificar si es posible lubricarla y seguir usándola.
Para ello, tienes que ubicar los tornillos que sostienen a la cerradura y, cuando los halles, debes sacarlos desde un único lado del pomo con el fin de remover todo el mecanismo por cada pieza.
Una vez consigas retirar los tornillos desde uno de los lados de la cerradura, serás capaz de ver lo hay dentro del mecanismo.
Tras eso, lo único que tendrás que hacer será sacar las otras piezas, de modo que quedará totalmente desmotada la cerradura.
Una vez removida la cerradura, puede tratar de lubricarla para optimizar su mecanismo y repararla. Sin embargo, también es posible colocar una nueva a modo de remplazo.
Realizar ese remplazo es realmente sencillo, siendo suficiente con insertar la cerradura nueva en el sitio en que estaba la vieja. Luego terminas el procedimiento colocando unos tornillos que se adecúen al mecanismo.
Cabe señalar que, para remplazar correctamente la cerradura, solo debes tomar en cuenta si el tamaño de la nueva es igual a antigua, y comprobar que así sea.
Además, para que te asegures de hacer el trabajo de la mejor manera posible, observa si al sacar la cerradura anterior se ve la madera desgastada o destruida en alguna parte. En caso de que así sea, puedes colocar masilla en la superficie y dejar que se seque. Luego de esto, instala el nuevo mecanismo.
El método bumping
Para entender cómo reventar una cerradura debes saber que, en general, puedes utilizar el siguiente método con casi cualquier cerradura, entre tanto no cuente con anti bumping, el cual es uno de los grandes Ejemplos de innovación en la seguridad de los hogares.
Ello se debe a que es una tecnología que existe desde hace solo unos pocos años, por lo que el procedimiento funciona especialmente con aquellas cerraduras viejas, baratas o de poca calidad.
Para empezar con el método, elige una llave que sea de la misma marca y forma que la cerradura que deseas abrir. Para conseguirla, toma en cuenta estas no se encuentran en ninguna cerrajería o ferretería, pero es posible obtenerla a través de internet.
Una vez consigas la llave de la marca que necesitas, deberás tratar de insertarla dentro de la cerradura, esforzándote en llegar a la máxima profundidad que te permita el mecanismo. Cuando ya esté bien puesta, usa un martillo de goma para proporcionar un golpe.
El golpe que efectuarás no debe tener demasiada fuerza y es necesario que esté dirigido a la llave. De este modo, se generará un efecto en el que todos los pistones saltarán a la vez y se alinearán.
Con ello se desbloqueará el rotor, dado que las guardas y contra-guardas quedarán puestas en su espacio. Cuando suceda esto, deberás girar la llave velozmente y entonces podrás abrir la cerradura antigua.
Llave de triangulo
La llave de triangulo muchas veces es una del tipo universal que por lo general se puede obtener en una ferretería. La misma es utilizada con el fin de abrir las puertas de los contadores de agua y luz.
La llave de triangulo también es muy usada por las empresas y comunidades para aquellas puertas que se encuentran detrás de los contenedores de luz. También, son utilizadas en el acceso a los cuadros de telefonía fija y los dispositivos que cuenten con fibra óptica.
Para utilizar tal instrumento, bastará que insertes la llave de triangulo en la cerradura y entonces la hagas girar. De este modo podrás abrir la puerta.
Remover las bisagras
En caso de que quieras saber cómo abrir un cerrojo FAC, debes tomar en cuenta que no siempre el problema está en su mecanismo. En tal situación, es necesario que se quite la puerta desmarcando sus bisagras. A pesar de que este procedimiento parezca bastante difícil de efectuar, realmente es sencillo.
Considerando que es lo que ocurre en casi todos los casos, seguramente notarás que las bisagras constan de dos hojas planas de metal. Estas últimas están unidas por una pequeña barrita que se encuentra en el interior de dos conductos con forma de cilindro.
Teniendo lo anterior en cuenta, lo que debes hacer en este procedimiento es remover las clavijas que se encuentran unidas a las hojas de las bisagras. Ello lo harás insertando un destornillado por debajo de la tapa que deja hermético al perno y entonces ejercer fuerza hacia arriba.
Tras esa acción se podrás observar el perno y sacarlo usando tu propias manos o alguna pinza. Todo este procedimiento lo debes repetir con la próxima bisagra.
Una vez hayas conseguido sacar todos los pernos, podrás sacar la puerta de su sitio. Si resulta necesario, este método te servirá, además, para acceder con mayor sencillez a la cerradura.
Usar un clip
A pesar de que este es el método más sencillo para abrir una cerradura, lo cierto es que tienes que contar con algo de paciencia, dado que para empezar el procedimiento es necesario obtener un clic de metal y enderezarlo.
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Una vez esté enderezado el clip, tendrás que doblarlo en uno de sus extremos para formar un ángulo recto. Luego, y del mismo modo que en ciertos métodos explicados en secciones anteriores, debes insertar el pequeño instrumento en la cerradura y moverlo suavemente, ejerciendo algo de presión.
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